Las redes sociales han transformado la forma en que nos conectamos y compartimos nuestras vidas, pero también han tenido un impacto significativo en nuestra autoestima. A menudo, nos encontramos comparándonos con las versiones "perfectas" de los demás que vemos en las publicaciones, lo que puede hacernos sentir que nuestra vida no es tan emocionante, exitosa o perfecta como la de quienes seguimos.
Lo que no siempre vemos son los filtros, la curaduría y la selección de momentos especiales que las personas eligen compartir .
Sin embargo, es importante recordar que las redes sociales no reflejan la totalidad de una persona. Lo que vemos online es solo una fracción de lo que realmente es su vida, y lo mismo ocurre con la nuestra. Si estamos constantemente comparándonos, nuestra autoestima puede verse afectada, porque comenzamos a medir nuestro valor en función de algo que no es real ni completo.
Para proteger nuestra autoestima, es clave ser conscientes de cómo las redes sociales afectan nuestras emociones. Podemos empezar a seguir cuentas que promuevan mensajes positivos, realistas y auténticos. También es fundamental recordar que nuestra valía no está determinada por el número de "likes" o seguidores que tengamos, sino por cómo nos sentimos con nosotros mismos.
Es esencial tomarse un tiempo para desconectar, reflexionar y enfocarnos en lo que realmente importa: nuestras relaciones, logros y el bienestar interno. Al final, la verdadera belleza y el valor provienen de dentro, no de una pantalla.