Lo verdaderamente opuesto al amor es el miedo: en el amor uno se expande, en el miedo uno se encoge; en el miedo uno se cierra, en el amor se abre; en el miedo uno duda, en el amor confía; en el miedo uno se siente solo, en el amor se siente acompañado una vez has reconocido tu paraíso interior.
Medita, danza, canta y profundiza más en ti mismo. Escucha más atentamente, mira con respeto, maravíllate ante lo nuevo, lo desconocido te espera .
No vayas etiquetando las cosas, categorizándolo todo.
Encuéntrate con gente, mézclate con ella, con tanta como puedas, porque a través de cada persona se muestra una cara diferente de la vida.