El Eco del Cambio
Hace 3 días
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Alejada de la ciudad, en una modesta casa entre las montañas, vivía completamente sola Ana, una mujer de 35 años que había construido su vida en torno a la rutina.

Cada mañana, se despertaba a las 7:00, preparaba café y se sentaba en su balcón a observar el mismo paisaje que había visto durante años. Su trabajo en la biblioteca de un pueblito cerca le proporcionaba una sensación de seguridad, y sus amigos, a los que veía muy poco, eran los mismos desde la infancia.

Una tarde su vida dio un giro inesperado .
Su hermano, su mejor amigo y confidente, sufrió un accidente automovilístico que lo dejó en coma. La noticia fue un golpe devastador. Ana se sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies y la incertidumbre la envolvió.

Tras viajar a la capital los días se convirtieron en semanas, y Ana pasaba horas en el hospital, aferrándose a la esperanza de que su hermano despertara. 

Una noche, mientras observaba a su hermano en la cama del hospital, le surgió una pregunta intrusiva: ¿Qué le contaré a mi hermano cuando despierte, no he viajado, no conozco lugares nuevos, no he hecho nada con mi vida? 
Siempre le había faltado el valor para enfrentar su miedo al cambio, pero esta vez, sintió un profundo deseo de tomar las riendas de su vida y así lo hizo, tomó una decisión: si su hermano no podía hacerlo, ella lo haría por él.

Al día siguiente, se inscribió en un taller de escritura creativa que había visto en un cartel del hospital. Al principio, sus manos temblaban al sostener el bolígrafo, pero poco a poco, las palabras comenzaron a fluir. Escribía sobre su miedo, su dolor y sus sueños olvidados. Cada palabra era un paso hacia la libertad.

Con el tiempo, Ana se dio cuenta de que el cambio no era un monstruo, sino una oportunidad disfrazada. Comenzó a explorar el mundo, se unió a un grupo de senderismo, aprendió a cocinar platos de diferentes culturas y, lo más importante, comenzó a viajar. Cada nueva experiencia la llenaba de vida y la acercaba a la mujer que siempre había querido ser.

Un día, mientras caminaba por un sendero en la montaña, recibió una llamada del hospital. Su hermano había despertado, luego de 6 meses. Ana sintió que su corazón se llenaba de alegría y esperanza. Cuando lo vio, le contó sobre su viaje de autodescubrimiento y cómo había aprendido a abrazar el cambio.

"El cambio no es el fin, es un nuevo comienzo", le dijo a su hermano con lágrimas en los ojos. Él sonrió, y en ese momento, ambos supieron que, aunque la vida les había presentado desafíos, juntos podrían enfrentarlos.

Así, Ana dejó atrás su miedo y se convirtió en una mujer valiente, lista para enfrentar cualquier cambio que la vida le presentara. El eco del cambio resonaba en su corazón, y ya no temía lo desconocido.

Fin
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Ismaray GM 50 puntos Hace 3 días Ismaray GM 50 puntos
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Hace 3 días
jose3345 111 puntos Hace 2 días jose3345 111 puntos
wow
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Hace 2 días
Amarillita 49 puntos Hace 6 horas Amarillita 49 puntos
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Hace 6 horas
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