- Comienza en pequeño
Haz una sola sentadilla. Lee solo una página .
2- Modifica tu entorno
A veces, basta con hacer un pequeño cambio en tu entorno para que la motivación fluya: Ordena tu espacio, abre las cortinas, enciende una vela aromática, vete a un café.
3- Hazlo agradable
Combina lo que necesitas hacer con algo que quieres hacer. Mira Netflix mientras haces bici estática. Escucha un podcast mientras doblas ropa. Mira pelis mientras lavas.
4- Nombra un policía
Háblale a una amiga sobre tus metas o tareas. Pídele que siga de cerca tu progreso (puede ser al final del día o en una hora). El compromiso social siempre es de gran ayuda.
5- Solo 5 minutos
Pon un temporizador por 5 minutos. Comienza la tarea. Cuando suene el temporizador, puedes parar. (La clave está en que, en un 95% de las veces, querrás seguir).