Crear hábitos de lectura puede ser una de las mejores decisiones que tomes para tu crecimiento personal y entretenimiento. Sin embargo, no siempre es fácil, especialmente si no estás acostumbrado a leer regularmente.
Empieza con libros que realmente te interesen: No tienes que comenzar con clásicos o libros “importantes” si no te llaman la atención .
Establece un tiempo fijo para leer todos los días: Lo importante es hacerlo de manera constante. Puede ser 10, 20 o 30 minutos al día, lo que te funcione. Yo he notado que leer justo antes de dormir o durante el desayuno me ayuda a mantener la consistencia.
Hazlo parte de tu rutina diaria: La lectura no tiene que ser algo que hagas solo los fines de semana o cuando tienes tiempo libre. Inclúyela en tu día a día. Lleva un libro contigo en el transporte público, en la espera de una cita, o en cualquier momento libre que tengas.
Lee en formato digital si te resulta más cómodo: Los libros electrónicos o audiolibros pueden ser una excelente opción si no tienes espacio para libros físicos o si prefieres leer en tu móvil. Los audiolibros, en particular, son geniales para hacer tareas repetitivas como caminar o hacer ejercicio.
Establece metas pequeñas: En lugar de decir “voy a leer 50 libros este año”, comienza con metas pequeñas, como leer un capítulo al día o terminar un libro al mes. A medida que lo vayas logrando, te sentirás más motivado.
Haz de la lectura un placer, no una obligación: Si un libro no te engancha, no te sientas mal por dejarlo. A veces, el tipo de lectura que necesitamos cambia con el tiempo. Lo importante es disfrutar del proceso y no convertirlo en una tarea.
Únete a comunidades de lectores: Compartir tus lecturas con otros siempre es motivador. Ya sea en redes sociales, foros, o grupos locales, hablar de libros con otras personas puede abrirte a nuevas recomendaciones y mantenerte inspirado.
Haz una lista de libros que quieras leer: Tener una lista de libros pendientes puede ser una excelente manera de mantenerte enfocado. Cada vez que termines uno, elige otro de tu lista y verás cómo se convierte en un ciclo positivo.
Crea un ambiente cómodo para leer: Si te rodeas de un ambiente tranquilo y cómodo, como una manta, una buena luz o una taza de té, la lectura se vuelve aún más agradable. Yo siempre busco lugares tranquilos donde me pueda concentrar sin distracciones.
Disfruta del proceso, no solo del final: Muchas veces nos enfocamos en terminar un libro rápidamente, pero el verdadero placer está en el proceso de lectura. Disfruta cada página, cada personaje y cada historia. La lectura es una aventura que no tiene que ser apresurada.
Crear el hábito de leer no sucede de la noche a la mañana, pero con paciencia y consistencia, es algo que puede transformar tu día a día. La clave está en empezar con lo que te apasiona y, poco a poco, incorporar la lectura como un espacio de disfrute personal.