Aunque no es una costumbre propia del país, cada vez más se hace popular por su sabor y tamaño.

Con los años, el pavo se ha convertido en uno de los platos más apetecidos para celebrar la Navidad o el inicio del nuevo año, por eso es muy demandado en el mes de diciembre. Hay de todos los tamaños y también se vende solo la pechuga de esta ave que es muy saludable y rendidora para las familias.

Pero ¿sabes cómo se originó esta costumbre? Se dice que el consumo de pavo se remonta a la época azteca, que luego fue llevado a Europa tras la conquista de México por los españoles.

Sin embargo, antes de la conquista, los indígenas celebraban el solsticio de invierno, que ocurre en diciembre en el hemisferio norte, con una fiesta llamada Panquetzaliztli .Durante esta celebración era común comer pavo o guajolote (como lo conocían los aztecas), cuya palabra viene del náhuatl y significa “payaso de la selva o payaso de agua”.

Debido al gran tamaño de este animal y su facilidad para engordarlo antes de las festividades, se convirtió en el plato perfecto para compartir en familia, que reemplazó al ganso en el Reino Unido.

Sin embargo, otras investigaciones atribuyen la tradición de disfrutar del pavo en Navidad a los colonos de Massachusetts, Estados Unidos, en el año 1621. En esa fecha compartieron este manjar con los nativos para celebrar la cosecha de otoño, dando origen al Día de Acción de Gracias.

Desde entonces, la popularidad del pavo se difundió por diversas regiones de EE. UU. y Europa, convirtiéndose en el plato principal emblemático de la cena navideña.

✓ Conexión religiosa significativa
Durante la Edad Media se consolidó la práctica de preparar un banquete especial para celebrar el nacimiento de Jesús. El pavo, al ser una carne distinta a las consumidas habitualmente, representaba el esfuerzo por ofrecer lo mejor en la mesa durante una ocasión especial.

Actualmente el pavo simboliza unión y abundancia, ocupando un lugar destacado en el centro de la mesa navideña, donde se congrega la familia. Su preparación varía según los países y las culturas, desde recetas con rellenos hasta estilos más sofisticados, pero su esencia es la misma: compartir con los seres queridos.

✓ Referencia en los libros
Para muchos la asociación del pavo con un festejo se remonta a 1843, cuando el escritor Charles Dickens publicó su obra Cuento de Navidad. Esta historia no solo se popularizó en Estados Unidos sino en varios países: tuvo más de 15 versiones y se adaptó a más de 28 obras teatrales alrededor del mundo.

La importancia de esta historia en el impacto de los pavos radica en la narración de las celebraciones navideñas, en las que se menciona al pavo y sus salsas. Una de las últimas escenas en las que Scrooge comparte con la familia Cratchit un pavo es una de las más cruciales. Así se posiciona a esta comida no solo como un alimento de fiesta sino como un elemento que unifica a familias de distintas clases sociales.