CAPÍTULO 41

~Narra Triana~

Nos fuimos cada uno a nuestra casa. Al día siguiente me desperté, me preparé y mi tete me llevo al instituto .

Entré a la clase, como de costumbre me senté al final y me puse con el móvil a leer novelas.

~Narra Isaías~

Pasaron tres horas y ya era la hora del recreo. Salí por la puerta pa ir a la cantina y venía un niño por delante mu rápido. Cogió paso por mi lao y me metió un empujón que casi me tira, lo miré y estaba riéndose.

Yo: Pero que mierda haces gilipollas -Yo no sabía quién era él-

Niño: Que pasa? Habrá que dejarte en ridículo alguna vez no? Que están todas las niñas locas por ti como si fueras don perfecto -Fui y le pegué un puñetazo en la cara-

Yo: Como me vuelvas a hacer algo te reviento -Él se puso la mano en la cara apretándose, me giré pa irme y me volvió a empujar, me di la vuelta y me pegó él un puñetazo, el corro de gente viéndonos cada vez era más grande. Dejé mi mochila en el suelo y nos empezamos a pelear pero muy fuerte-

~Narra Triana~

Después de la tercera clase, ya tocaba el recreo. Bajé por las escaleras y vi a un grupo de gente muy grande. Decidí salir por la otra puerta, fui y estaba cerrada sin más remedio pa salir tenía que ir por dónde estaba la gente. Me acerqué y parecía que había una pelea, pero no sabía quién eran, decidí no mirar ya que como era bajita no podía ver nada. Me dirigí a la cantina y derrepente Carol me para-

Carol: Triana, Triana -Dijo muy nerviosa como con ganas de llorar-

Yo: Que es, que pasa, porque estás así -Ya me puso nerviosa hasta mí-

Carol: El Isaías se está peleando.

Yo: Que?

Carol: Siii -Salí corriendo hasta el corro, quité a la gente de mala manera, tiré mis cosas al suelo y me metí. Vi como estaban los dos reventaos en el suelo. El otro niño se levantó y le vi una navaja en la mano-

Yo: Isaías -Grite haciéndole señas mientras corría hacia él. Se la incó, pero cuando me vió paró, cogí y le pegué una pata en los huevos se retorcía en el suelo del dolor- Isaías -Dije llorando, le saqué la navaja, y vi que le salía mucha sangre- Y los maestros llamar a una ambulancia por favor -Dije histerica en el suelo llorando. Isaías no reaccionaba

(Continuará...)

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