La pérdida de una mascota: un duelo personal y profundo
POR lop01
20 Dic, 2024
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La pérdida de una mascota es uno de los momentos más dolorosos que puede vivir una persona. Aunque en muchos casos, los animales son considerados como miembros de la familia, la sociedad muchas veces no reconoce la intensidad del duelo que atraviesan quienes los pierden.


Las mascotas, sobre todo los perros y los gatos, tienden a ser los compañeros más leales y cercanos que una persona puede tener .

Se convierten en amigos incondicionales, brindando consuelo, compañía y amor sin pedir nada a cambio. Durante su vida, un animal de compañía puede llegar a ser una fuente de apoyo emocional, un confidente silencioso y, a menudo, una parte fundamental en la vida diaria de sus dueños. Su presencia constante es un recordatorio de que alguien está siempre dispuesto a estar cerca, esperando una caricia o simplemente disfrutar de la compañía mutua.


Este vínculo, aunque basado en una relación inter-especies, no es menos profundo que cualquier relación humana. Las mascotas se sienten parte de la vida cotidiana, de la rutina familiar y emocional. La ausencia de una mascota querida es, por lo tanto, una ruptura significativa que puede traer consigo una sensación de vacío, soledad y, en muchos casos, una profunda tristeza.

El duelo por la muerte de una mascota es único en varios aspectos. En primer lugar, no siempre se le otorga el mismo reconocimiento social que al luto por la muerte de un ser querido. Esto puede hacer que quienes están en duelo sientan que su dolor no es validado por los demás. A menudo, las personas que no han experimentado la relación estrecha con una mascota pueden ver la pérdida como algo trivial, comparado con el dolor por la muerte de un familiar o amigo. Esta falta de comprensión puede agravar el sufrimiento de quien atraviesa este duelo, haciendo que se sientan incomprendidos o incluso avergonzados por sus sentimientos.


El proceso de duelo por la pérdida de una mascota suele seguir un curso similar al duelo por la muerte de un ser humano. Existen diferentes etapas emocionales: negación, ira, tristeza, aceptación, y a veces incluso culpa. La negación puede manifestarse en la incapacidad para creer que el animal ya no está, mientras que la ira puede surgir hacia uno mismo, hacia la vida, o incluso hacia el médico veterinario que asistió en su partida. La tristeza es, sin lugar a dudas, una de las emociones más intensas y recurrentes, pues se hace presente cada vez que el dueño recuerda los momentos felices que compartió con su mascota. La aceptación, por último, es el proceso de aprender a vivir sin ella, aunque siempre quedará un espacio vacío en el corazón del dueño.


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Dayra Martínez 37 puntos 22 Dic, 2024 Dayra Martínez 37 puntos
Yo he perdido a 3 Chihuahuas?
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22 Dic, 2024
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