- Capítulo 19-
Cuando el aburrimiento se convierte en un compañero habitual, y a veces, incluso inseparable (como una especie de guardaespaldas, algo desde luego, nada recomendable, excepto que uno se encuentre amenazado de muerte, y el gorila protector, sea de verdad), durante el acontecer diario de la vida de la gente, la colección interminable de horas muertas se acumula en el espacio vital de los seres humanos, que no conformes con perder miserablemente el tiempo (de su corta existencia), se dedican con esmero (no todos, por supuesto), a coleccionar de manera incansable, los cientos de miles de minutos malgastados, y con el envoltorio de la negatividad, los guardan en su baúl interno, para que a modo de recordatorio masoquista y permanente, siga alimentando un día a día presidido por la desgana, el tedio y la falta de motivación.
¡Con lo fácil que resulta entretenerse con las cosas más simples! Además muchas de ellas son incluso gratis, tan solo es cuestión de buscar con un poco de entusiasmo.
Cualquier cosa es preferible, antes que pasar el tiempo como una momia, sin hacer absolutamente nada, salvo aquellos que simplemente con ver volar a una mosca, ya lo pasan bien.
¡Benditos ellos...!
Continuará…
Fran Laviada