El concepto de «mala persona» puede ser subjetivo y depender del contexto cultural o social. Sin embargo, la psicología identifica ciertos hábitos y señales que suelen estar presentes en individuos con comportamientos perjudiciales para quienes los rodean .
Estas personas tienden a carecer de empatía y valores esenciales, y en algunos casos presentan rasgos narcisistas o psicopáticos cuyo origen puede estar relacionado con experiencias traumáticas durante la niñez.
Aunque la percepción varía según cada situación, los expertos coinciden en que existen patrones comunes que ayudan a identificar a una persona con actitudes tóxicas:
☆ Manipulación constante: Utilizan a las personas para lograr sus objetivos sin importar las consecuencias. ☆ Egoísmo y oportunismo: Se consideran el centro de todo. Su amabilidad suele ser interesada y únicamente aparece cuando necesitan algo. ☆ Comportamiento posesivo: No toleran que los demás tengan buenas relaciones y suelen mostrar celos si no son el foco de atención. ☆ Actitudes hirientes y excluyentes: Buscan dañar con palabras o acciones, a veces disfrazando sus comentarios con un tono jocoso. ☆ Irresponsabilidad: No asumen las consecuencias de sus actos ni sienten remordimiento por ellos. ☆ Negatividad y pesimismo: Suelen exagerar los problemas, mantener un mal humor constante y mostrar agresividad latente. ☆ Mentirosos y tramposos: Su ego desmedido los lleva a mentir y manipular para alcanzar sus objetivos. ☆ Exceso de confianza en sus palabras: Hablan sin filtro, sin considerar el impacto emocional que sus palabras pueden tener en los demás. Según los expertos, la mejor estrategia para proteger tu bienestar emocional es evitar la cercanía física y emocional con este tipo de personas.