Con una actitud más optimista, como bien reza la psicología positiva, las adversidades dejarán de ser algo que nos derribe para convertirse en clave de nuestro desarrollo personalLo que diferencia a una persona mentalmente fuerte de una que no lo es, es que las primeras son capaces de atraer esas chispas usando una autoconversación positiva en la que no faltan estas cinco frases. Si las incorporas a tu vocabulario, estás más cerca de alcanzar el bienestar y de vivir una vida más plena gracias a tu propia fortaleza.

1 .“No existe el camino perfecto”
El “wabi-sabi” japonés procede de la estética y filosofía zen japonesa y consiste en apreciar la belleza de la imperfección, aceptar el valor de lo impermanente y cultivar la simplicidad. Todos podemos llegar a dudar de las decisiones que tomamos, pero cuando te centras en lo que podría haber sido o en los giros inesperados de la vida, “puedes quedar atrapado en un círculo negativo”, como explica Mautz. “Es más fácil encontrar la alegría cuando aceptas el camino imperfecto y superas los obstáculos que se te presentan”, asegura.

2. “No es lo que perdí, es lo que todavía tengo”
La gratitud es una de esas prácticas que se relacionan directamente con una mayor felicidad según la Universidad de Harvard, incluso su uso se relaciona con una reducción en nuestros niveles de estrés. Sin embargo, cuando atravesamos un mal momento es posible que caigamos en centrar nuestra atención en lo perdido en lugar de en lo que aún tenemos. La práctica consciente de la gratitud mejora el bienestar, y seguir utilizándola hasta en los peores momentos es la clave de la felicidad.

3. “La adversidad no crea consecuencias”
Esta frase que propone Mautz está inspirada en el modelo ABC de la terapia cognitiva conductual. “La idea es recordar que la adversidad no significa automáticamente resultados negativos”, asegura el experto. Y es que si pensamos en que la adversidad no genera resultados, sino que los resultados los generan nuestras reacciones a esa adversidad, estaremos enfrentándonos a lo que nos ocurre de una forma proactiva.

4. "Déjalo ser”
La diferencia entre dejarlo pasar o dejarlo estar, y dejar algo ser es que la última nos permite “utilizar una forma de aceptación cognitiva”, asegura el experto. Me explico, no es que elimines eso que te pasa ni que lo ignores, sino que “dejarlo ser” implica reconocer y aceptar que tus emociones son reacciones legítimas pero sin dejarte llevar por ellas, concentrándote en cómo avanzar de forma productiva. Dejamos que sea, pero avanzamos en el proceso.

5. “Visión general, pasos pequeños”
Es tremendamente fácil perder la perspectiva cuando nos enfrentamos a cualquier obstáculo. Te pongo un ejemplo reciente. Uno mío. Hace un par de semanas me encontré con una enorme carga de trabajo que se convirtió en un desafío. Un ataque de ansiedad me hizo ver que estaba perdiendo el foco y que había dejado de ver el problema con perspectiva. Yo misma estaba haciéndolo más grande aún.

Con la frase que propone Mautz se consiguen dos cosas. Por un lado “te recuerda el objetivo final o la visión de la vida que quieres vivir y quién quieres ser”, es decir, lo vemos con una perspectiva globalizada y nos damos cuenta de que en un panorama general, este problema no es en realidad tan enorme. Y por otro lado, nos puede “ayudar a identificar una pequeña acción que puedes hacer para volver al camino del progreso y la positividad”. Un paso. Luego otro, Luego otro, y otro más y cuando te quieres dar cuenta, has salido del embrollo. En mi caso, el proyecto era un desafío, sí, pero me permitiría ampliar mis contactos y conseguir así mejorar mi reputación, y reduciéndolo en pequeños pasos pasé de verlo gigantesco a verlo asequible. Terminó siendo un éxito.