1. Reconoce el problema
• Identifica cómo la relación te afecta emocional, mental o físicamente .Aceptar que algo no está bien es el primer paso para cambiarlo.
2. Establece tus límites
• Decide qué es lo que no estás dispuesto a tolerar. Habla con la otra persona si crees que existe una posibilidad de mejora, pero mantente firme en lo que necesitas para tu bienestar.
3. Habla con claridad
• Si decides terminar la relación, sé honesto y directo, pero también amable. Explica tus razones sin culpar ni atacar a la otra persona.
4. Busca apoyo
• Rodéate de amigos, familiares o incluso un terapeuta que te escuchen y te ayuden en el proceso. No tienes que enfrentarlo solo.
5. Reduce el contacto
• Puede ser necesario tomar distancia física o emocional para sanar. Esto incluye limitar interacciones en redes sociales o espacios compartidos.
6. Acepta tus emociones
• Es normal sentir tristeza, enojo o incluso culpa. Permítete procesar tus emociones sin juzgarte.
7. Concéntrate en ti mismo
• Dedica tiempo a tus pasiones, hobbies y metas personales. Reconecta contigo mismo y tus valores.
8. Recuerda por qué lo haces
• Cuando te sientas tentado a volver o dudar, piensa en cómo te afectaba esa relación y en lo mucho que valoras tu bienestar.
9. No idealices el pasado
• Es fácil recordar los momentos buenos y olvidar los malos, pero mantente firme en tu decisión y en las razones que te llevaron a tomarla.
10. Sé paciente contigo mismo
• Sanar lleva tiempo. Sé amable contigo mientras trabajas para liberarte emocionalmente.
puede ser doloroso, pero también es un acto de amor propio. Al hacerlo, te abres a nuevas relaciones y experiencias más saludables