Creo que cuando una persona quiere estar contigo, se nota. Te llenan de mensajes, abundan los detalles y las sonrisas, desean verte nuevamente, te incluyen en sus planes, y ves ese brillo en sus ojos .
Se siente el amor constante. Porque, siendo honestos, siempre hay tiempo para escribir, llamar, sorprender, demostrar y enamorar. Que no seamos la prioridad para algunas personas es otra historia.
El problema es que priorizamos a quienes no les importamos. Por eso hay pretextos y miedos, mensajes en días específicos, más palabras que acciones, promesas incumplidas. Cualquiera puede hablar bonito o demostrar cariño por un mes o dos; amores fugaces sobran. Pero para tocar el alma y llegar al corazón, solo deberíamos dejar entrar a quienes lo merecen cada día.