Despierta, guerrera. La vida no espera a las que dudan .
En un mundo donde las palabras son armas y el silencio es complicidad, tú voz es tu escudo. No te dejes amedrentar por los que temen tu fuerza. Eres fuego, eres tormenta, eres la revolución que no se detiene. Cada cicatriz es un recordatorio de tu resistencia, cada lágrima, un testimonio de tu valentía. No te rindas, porque en tu lucha está la semilla del cambio. Y recuerda, siempre recuerda: eres indomable.