Primero, es importante saber por qué quieres empezar .
No hace falta ser un experto desde el primer día. Comienza con sesiones cortas, de unos 20-30 minutos, y enfócate en aprender las posturas básicas y las técnicas de respiración. Hay muchos videos y aplicaciones que ofrecen clases para principiantes, lo cual es una excelente forma de empezar desde la comodidad de tu hogar.
El yoga tiene muchos estilos, y algunos son más dinámicos y exigentes, como el Vinyasa o Ashtanga, mientras que otros son más suaves y centrados en la relajación, como el Hatha o el Yin yoga. Si eres principiante, te recomiendo empezar con algo más tranquilo, como el Hatha o un yoga para principiantes, que se centra más en la alineación y el aprendizaje de posturas básicas.
No necesitas mucho para empezar, pero es recomendable tener una esterilla de yoga antideslizante. Busca un lugar tranquilo en tu casa, donde puedas moverte libremente y sin interrupciones. Pon música suave o mantén el ambiente silencioso, lo que te haga sentir más relajado.
Es normal que al principio algunas posturas te cuesten más, pero no te exijas demasiado. El yoga no se trata de competir ni de forzar el cuerpo a hacer algo que no puede. Si sientes dolor o incomodidad, ajusta la postura o descansa. El yoga es un proceso de autoconocimiento y conexión con tu cuerpo, así que escucha lo que te dice.
La respiración es uno de los pilares del yoga. Enfocarte en tu respiración te ayuda a mantener la calma, mejorar la concentración y profundizar en las posturas. Intenta inhalar profundamente por la nariz, llenando tu abdomen, y exhalar suavemente. La respiración es una herramienta poderosa para relajarte y liberar tensiones.
Para ver resultados, es importante ser constante. No te preocupes si al principio solo puedes practicar una vez a la semana, lo importante es que lo hagas con regularidad. Conforme avances, probablemente querrás hacerlo más veces. El yoga es como cualquier otra práctica: cuanto más lo hagas, más cómodo y natural te sentirás.
No te frustres si al principio no puedes hacer todas las posturas o no notas cambios inmediatos. El yoga es una práctica a largo plazo, y cada pequeño progreso cuenta. Celebra los logros, por pequeños que sean, y recuerda que el objetivo principal es sentirte bien.
Empezar yoga es un viaje personal que puede enriquecer tu vida de muchas maneras. Solo necesitas paciencia, curiosidad y una mente abierta. No importa cómo lo empieces, lo importante es que disfrutes del proceso y encuentres paz en cada respiro. ¡Bienvenido a este camino de autodescubrimiento y bienestar!