Si eres como yo, algunas mañanas simplemente no tienes el tiempo para dedicarte horas frente al espejo, pero aún así quieres sentirte arreglada y lista para enfrentar el día. Por suerte, no necesitas complicarte con una rutina de maquillaje extensa para lograr un look fresco y natural .
Lo primero es siempre la hidratación. A veces, todo lo que necesitas es una crema hidratante ligera que también sirva como base para el maquillaje. Un buen serum o crema con SPF es clave para que tu piel luzca saludable y protegida. Yo opto por un producto que combine hidratación y protección solar, ya que así ahorro tiempo.
Para la base, lo mejor es elegir una que sea ligera pero que unifique el tono de la piel sin ser pesada. Prefiero una BB cream o una base con cobertura media, que es fácil de aplicar con los dedos en segundos y da un acabado natural. Si tengo algunas imperfecciones, puedo añadir un poco de corrector solo en esas áreas, en lugar de aplicar una base completa. Esto me ahorra tiempo y mantiene un look más fresco.
Para los ojos, me gusta algo rápido y sencillo. Normalmente uso un poco de sombra en tonos neutros, que puedo aplicar con los dedos (adiós pinceles). Un toque en el párpado y en la cuenca para darle algo de definición. Si tengo aún menos tiempo, un poco de lápiz o gel de ojos en la línea superior e inferior me ayuda a dar forma sin complicarme demasiado. Y, por supuesto, una capa ligera de máscara de pestañas para abrir la mirada. ¡Es un cambio inmediato!
No hay nada como un toque de rubor para iluminar el rostro. Prefiero usar un rubor cremoso o en barra porque es mucho más rápido de aplicar. Con los dedos lo aplico en las mejillas, y si estoy muy apurada, un poco sobre los párpados también sirve para darle un toque de color rápido.
Las cejas marcan el rostro, así que las definiciones son importantes, pero no siempre tenemos tiempo para darles forma perfecta. Yo uso un gel para cejas con un tono que combine con mi color natural, y solo paso el cepillo para fijarlas. Es rápido y efectivo para mantenerlas en su lugar sin perder tiempo.
Para los labios, opto por algo hidratante y de acabado natural. Un bálsamo con color o un gloss sutil es ideal, ya que es fácil de aplicar sin necesidad de precisión. Si tengo tiempo, puedo añadir un toque de labial en tono nude o rosa, pero siempre algo que no necesite retoques constantes.
Si tengo más tiempo o si el clima lo exige, me gusta aplicar un fijador de maquillaje. Un spray fijador me ayuda a mantener todo en su lugar durante el día, pero si estoy muy apurada, este paso lo omito sin problema.
Mi rutina de maquillaje diaria es todo sobre sencillez y rapidez, pero sin perder ese toque que me hace sentir bien conmigo misma. En menos de 10 minutos, consigo un look natural, fresco y listo para enfrentar lo que venga. ¡Lo mejor de todo es que me siento preparada para mi día, sin necesidad de complicarme!