Era tan indecisa y a la vez tan intolerante a la malicia... era tan extraña y a la vez su alma era tan pura.. .Mientras caminaba por un largo sendero veía a su alrededor a las demás personas con desprecio, ella no se creía igual que ellos, mucho menos superior.
Su vida era confusa, era la mujer más tímida y a la vez la mujer que le faltaba cordura.
Cuando iba por el camino sola, se sentía bendecida. No le gustaba estar expuesta ante el mundo exterior, es única. Única de inteligencia como de bondad. Ve las cosas diferentes, su problema es su observación, detalla cada pequeña cosa. Eso tan insignificante, ella sabe darle sentido.
Tal vez por eso ella es diferente, sabe identificar a personas humildes como aquellas escorias que le dan asco a la humanidad. Tan arrogante y dulce a la vez, que si ve a un bebé puede sonreír con él todo un camino, es delicada al saltar.
Puede verse muy presumida pero no lo es, esos saltitos que ella da, son falsos y a la vez seguros; mientras camina le gusta tomar su cabello. No es tan largo como lo fue por mucho tiempo.
Ya no es una niña, es una mujer.
Con principios y llena de cosas las cuales ha vivido. Es audaz y torpe a la vez, es risueña, pero esto muy poco lo hace, ya que para poder tener agrado, es muy exigente.
Exige la mejor compañia, la mejor personalidad y sobretodo exige respeto.
No es aburrida aclaro, simplemente le gusta tomar seriedad en algunos casos.
Ella es perfecta a su modo, aunque no lo crea. Aunque sus pisadas a veces sean inseguras, aunque llore cada vez que ve sus defectos, aunque a veces se vea al espejo y se odie, aunque tenga una mirada en otro mundo, ella es perfecta.
Esa mujer que mientras caminaba estaba fastidiada, no tolerará nada, no hablará y mucho menos sonrierá con personas. Ella iba feliz, con la mejor actitud por aquel sendero que acabaría por darle una gran sorpresa.
Caminó tanto que sus pies dolían, pero aún así iba feliz, personas a su alrededor muy pocas, cachorros y niños; un lugar no tan grandioso, el camino estaba lleno de ramas y estaba algo seco, mientras caminaba se sentía fatigada, era muy floja para hacer ejercicio y más esta caminata estaría por mandarla a un precipicio, jajaja su risa irónica, tras una y otra de estas mismas, llego la risa más linda que haya podido tener, se reía cada vez más de cosas torpes. Creía que algo estaba llenando su alma, algo increíble estaba sanando su espíritu. El camino cada vez se hacía más largo, sus pies con vejiga pero aún así estaba radiante, sin maquillaje y su piel era como tan perfecta que llegaron a decirle que parecía de bebe. Hombres pasaban y la observaban muy diferente como hacían con las demás, sonreían e igualmente no faltaba un cordial saludo.
Disfrutó todo el camino, llegando a una banca tomo asiento, espero un poco y así mismo descansó, al estar ahí veía a muchos conocidos,puedo identificar con claridad cuantas personas pudo saludar, tan sólo fueron tres, es tonto pero de tantas sólo saludó a tres.
Ya terminaba su descanso y otra vez a retomar el camino, iban pocas personas por el, otra vez estaba feliz se sentía como una niña cuando tiene una muñeca y no es obligada a que lo comparta. Mientras caminaba iba reflexionando y tarareando una canción de su cantante favorito.
No luchar por lo que quieres, sólo tiene un nombre y se llama perder, una frase de aquella canción.
Por el camino cada vez iba dejando complejos atrás, intolerancia.
Se sentía mas libre, otra mujer, ya que para ella no existe perfección alguna en su ser.
Ya, por fin el camino casi que acababa, sus mejillas ruborizadas, sus pies cansados, un poco de sudor corría por su frente y una felicidad enorme la inundaba.
Vuelve y juega se repite la historia,era como si cuando ya lo había superado todo alguien devolviera todo aquello, otra vez estaba intolerante más y más personas, el doble de las que subieron el camino antes y el triple de lo que creía.
Otra vez llena de miradas, personas conocidas y automáticamente su semblante cambió, se repitió una y otra vez, "calmate, debes aprender a soportar esto" para muchos esto es normal, pero para ella es todo un tormento.
Se relajó y no dejo que la felicidad se fuera de su cara y mucho menos de su corazón.
Llegando a otra banca, se sentó y sentía una brisa tan fría y única acariciar su cuerpo, una paz provenía de su interior y fue una gran satisfacción.
Al dar otros pasos llegó a una fuente y veía todo diferente, en ese momento puede sentir unas miradas hacía ella que provenían de la parte superior, era un joven que estaba observándola desde otro ángulo, llega un momento en el que sus miradas se cruzan, ella no sonreía simplemente lo miraba fijamente, él tras una sonrisa y otra sus ojos tenían un brillo increíble, ella se tranquiliza y no quiso verlo nuevamente, observo la fuente, miro a varios niños jugar, personas felices y otra vez sintió esa mirada, cuando alzó su cabeza para ver, ese joven le tomaba fotos en su celular, ella lo miro confusa y él de inmediato asintió "¿Cómo te llamas?" Ella hizo como si no hubiese escuchado, él repitió.
Ella sin responder se levanta de aquella fuente y se va, él al ver que esta mujer hacía eso hizo intento salir tras ella, pero dejo a un lado aquellos pensamientos y moviendo su mano y con suaves palabras que sólo ella entendió le dijo " adiós".
Ella muy confundida por todo esto que había acontecido, empieza a pensar en el largo camino que la esperaba de vuelta. Con su mirada alta, sin ningún comentario ni nada pudiese bajarla, salio dispuesta a ser diferente, a sonreir más y sobretodo a dejar de ser fastidiada.