Cuando sientas tristeza, este pequeño ritual puede ayudarte a conectar con tu fuerza interior y traer claridad a tu corazón.
Prepara el espacio: Encuentra un lugar donde puedas estar en calma. Siéntate cómodamente y enciende la vela blanca.
Respira profundamente: Inhala contando hasta cuatro, retenlo por dos segundos y exhala contando hasta seis .
Sostén el cuarzo (si lo tienes): Siéntelo en tus manos y enfócate en su energía calmante.
Recita el hechizo:
"Tristeza que oprime mi corazón, te reconozco y te dejo ir con esta oración. Que la luz me guíe, que la calma regrese, y que mi espíritu en paz se fortalezca. Mis emociones fluyen como un río en libertad, y en esta luz renace mi felicidad."
Cierra los ojos: Imagina una luz cálida envolviéndote, llenándote de amor, consuelo y fortaleza.
Apaga la vela: Hazlo con intención, agradeciendo la luz por haberte acompañado.
Recuerda que la tristeza es pasajera, y este hechizo es una herramienta para ayudarte a transitarla con amor y cuidado hacia ti mismo.