Cuando comprendí todo lo que estaba sucediendo, no sé si ya era tarde o aún se podía hacer algo pero, me di cuenta que él ya había elegido algo.
Lo ame, lo amo con todas las fuerzas de mi corazón pero yo no podía hacer nada que influyera en su decisión. Él me ama, yo lo sé, pero aún con todo el amor que nos teníamos no nos bastaba para poder estar juntos de por vida .Nos amamos mucho en poco tiempo y, ahora, eso era lo único que importaba.
¿Que cómo me di cuenta que él había tomado la decisión?
No, no me dijo nada... No me dijo que no quería volver a verme, tampoco me juró amor eterno. Simplemente, aquel lunes lo que parecía ser una llamada de amor infinito en realidad era una despedida. No fueron necesarias las clásicas palabras de despedida basto con decir "Te amo con el alma, Christian" y escuchar "Yo también Jacqueline". Se escuchó el pitido de la llamada terminada y en ese instante llegó el primer momento de miedo pero en realidad no sabía porqué, prefería pensar positivamente y creer, fielmente, que recibiría una tercer llamada... Pero no fue así. Entonces lo entendí: el amor nunca es suficiente.