La frase “todo lo que pasa es parte del proceso” nos invita a mirar la vida desde una perspectiva más amplia, aceptando que cada experiencia, sea positiva o negativa, tiene un propósito o un aprendizaje inherente. En un mundo donde buscamos constantemente controlar los resultados, esta idea nos recuerda que hay fuerzas más grandes que nosotros, procesos que están en marcha y que no siempre entendemos en el momento.
Aceptar que todo forma parte del proceso no significa resignarse, sino reconocer que cada etapa tiene su valor .
En esencia, esta frase nos invita a confiar en el flujo de la vida y a tener paciencia. Lo que hoy parece un revés, mañana puede revelarse como un paso necesario hacia nuestro crecimiento personal o hacia un objetivo mayor. ¿Y si en lugar de resistirnos, aprendemos a fluir con el proceso?