Los alimentos más saludables son aquellos ricos en nutrientes esenciales, bajos en azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio. Entre ellos destacan las frutas y verduras frescas, que aportan vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra; los cereales integrales, como avena, quinoa y arroz integral, que son fuentes de carbohidratos complejos y energía sostenida; las proteínas magras, como pollo, pescado, huevos, legumbres y tofu, que ayudan en la reparación y crecimiento de tejidos; los frutos secos y semillas, ricos en grasas saludables, vitaminas y minerales; y los lácteos bajos en grasa o sus alternativas vegetales fortificadas, que contribuyen con calcio y vitamina D .
Beber suficiente agua también es clave para mantener una buena salud.