La cueva de los susurros
Cerca del pueblo de Calavera, hay una cueva enorme en la que se dice que está habitada por almas pecadoras que fueron condenadas a la oscuridad eterna. Los niños del lugar cuentan que cuando jugaban por los alrededores de la cueva oyen voces que los invitan a entrar. Un día, un grupo de ellos desafiando el miedo, se adentraron en la tenebrosa gruta. A medida que avanzaban, los susurros se intensificaban, atrayendo con total poder de convencimiento a los chicos. Uno a uno, comenzaron a desaparecer, como si hubieran sido absorbidos por un poder maléfico y nunca más se supo lo que había sucedido con los niños .