A lo largo de la vida, encontramos personas que aportan valor y otras que, por diversas razones, terminan afectándonos de manera negativa. Aunque puede ser difícil reconocerlo, alejarte de quienes no te hacen bien es un acto de autocuidado y amor propio .

1. Identifica las señales de una relación poco saludable

Es importante reconocer cuándo alguien no está contribuyendo positivamente a tu vida. Algunas señales comunes incluyen:

• Te hacen sentir mal contigo mismo: críticas constantes, comentarios despectivos o falta de apoyo.


• Falta de reciprocidad: siempre das más de lo que recibes.


• Manipulación o control: intentan influir en tus decisiones o acciones de manera negativa.


• Ambiente de negatividad: constantemente generan conflictos o traen drama a tu vida.

Aceptar estas señales es el primer paso para tomar una decisión consciente.

2. Reflexiona sobre el impacto de esta relación

Pregúntate:

• ¿Cómo me siento después de pasar tiempo con esta persona?


• ¿Me están ayudando a crecer o me están frenando?


• ¿Qué valores importantes están siendo ignorados o pisoteados?

La autorreflexión te ayudará a comprender si esta relación está alineada con lo que necesitas y mereces.

3. Establece límites claros

Si decides que la relación no es saludable, empieza por establecer límites:

• Comunica tus necesidades: Habla con honestidad sobre lo que te molesta. Usa frases como: “Necesito más respeto en nuestra relación”.


• Sé firme con tus límites: Si la otra persona no los respeta, es una señal de que no están dispuestos a cambiar.

Los límites son fundamentales para proteger tu bienestar emocional.

4. Prioriza tu bienestar emocional

Alejarte de alguien puede ser doloroso, pero recuerda que tu salud emocional es más importante. Dedica tiempo a cuidarte:

• Practica actividades que disfrutes y te hagan sentir bien.


• Rodéate de personas que te apoyen y valoren.


• Considera hablar con un  terapeuta si necesitas ayuda para manejar tus emociones.