Su decepción era tan grande que su existencia carecía de chispa.
Como por arte de magia apareció esa persona, la persona destinada, sin rencores, sin mentiras, sin secretos. Tan trasparente que hacía dudar si en verdad era real y resultó ser un angel amable que poco a poco, volvió a iluminar sus días.
No busques desesperadamente, déjate fluir, crece, aprende, ámate. Tu energía hará el trabajo, será ella el imán que atraerá a tu vida del amor que mereces.