1. Desayuno: Un tazón de gratitud

• 3 cosas por las que estás agradecido/a hoy
• 1 respiración profunda
• 1 cuaderno o papel

1. Al despertar, toma una respiración profunda.
2. Escribe tres cosas por las que te sientas agradecido/a, sin importar cuán pequeñas parezcan.
3. Léelas en voz alta y permite que llenen tu corazón de paz.

2 .

Snack: Un shot de afirmaciones positivas

• 3 frases positivas sobre ti
• 1 espejo

1. Busca un espejo y mírate a los ojos.
2. Repite en voz alta afirmaciones como:
   • Soy suficiente tal y como soy.
   • Merezco amor y respeto.
   • Confío en mi proceso y en mis capacidades.
3. Sonríe después de decirlas.

3. Almuerzo: Ensalada de límites saludables

• 1 lista de cosas que te hacen sentir incómodo/a
• 1 lista de prioridades personales
• 1 pizca de valentía

1. Identifica situaciones o personas que drenan tu energía.
2. Reflexiona sobre cómo establecer límites claros y amables.
3. Practica decir no cuando sea necesario y sí a lo que nutre tu bienestar.

4. Merienda: Té de autocompasión

• 1 momento difícil que hayas vivido
• 1 dosis de amabilidad hacia ti mismo/a
• 1 taza de tu té favorito

1. Mientras preparas el té, piensa en un momento en que te sentiste vulnerable.
2. En lugar de criticarte, habla contigo como lo harías con un amigo querido: Hiciste lo mejor que pudiste.
3. Disfruta tu té mientras reflexionas sobre tu fortaleza.

5. Cena: Plato fuerte de autocuidado

• 1 actividad que disfrutes (leer, bailar, pintar, etc.)
• 30 minutos de tu tiempo
• 1 recordatorio de que te lo mereces

1. Reserva 30 minutos al final del día para ti.
2. Dedica este tiempo a una actividad que te haga feliz o que te relaje.
3. Desconéctate de distracciones externas y enfócate en el momento presente.

6. Postre: Dulzura de aceptación

• 1 lista de tus cualidades únicas
• 1 espejo (opcional)

1. Escribe al menos 5 cosas que te hacen especial.
2. Léelas en voz alta y celébrate. Si quieres, hazlo frente a un espejo.
3. Reconoce que ser imperfecto/a es parte de lo que te hace único/a.