Hoy, he amanecido extrañamente feliz, aunque por milésimas de segundo me reprocho mis actos que me hacen lucir débil y algo tonta. Hoy estoy sonriendo, en la mañana me levanté siendo positiva aunque despeinada, algo que no sucede muy seguido, pues lucho a diario con mi odio por madrugar, además hay un buen clima afuera, últimamente ha hecho un frió, que da ganas de quedarse en cama con un chocolate caliente .
Lavé mi rostro y cuando me vi reflejada en el espejo vi algo bonito, mi sonrisa estaba ahí, como nunca, tan radiante, como hace un poco de tiempo, la verdad las cosas no han salido muy bien y casi me doy por vencida.
Soy bastante rara y no me da pena decirlo o que me lo digan, lo soy, y nunca he querido ser diferente. Me gusta leer por las noches, adoro mi soledad, prefiero una película en casa que un bar un viernes por la noche, odio celebrar mis cumpleaños, no disfruto de mi profesión y me la paso la vida corrigiendo faltas ortográficas, que por cierto hay personas a las que no les gusta, pero en todo caso, esa soy yo y eso hoy en día es considerado como raro.
Sin embargo, hoy me siento con ganas de disfrutar el día, así que, en lugar de conducir, he tomado el tren, escuchando música de esas antiguas que hacen que regreses a esos días bonitos en los que amabas la vida. Hoy romperé la dieta y comeré ese pollo que tanto me gusta, saldré temprano del trabajo y llamaré a esa amiga que hace mucho no veo, y quizá me tome un mojito antes de regresar a casa a cenar con mis padres, terminaré el día publicando esto, pues escribir es una de mis cosas favoritas aunque no lo haga muy bien.
Supongo que mañana despertaré tan yo como siempre!