Desde ese día no volví a sentir nada, sentí que mi corazón se había bloqueado, no entraba ni salía nada, solo podía pensar en que tan rota me encontraba, y que tan cortante me había vuelto.
Creo que tenía miedo, miedo a herir a los demás y a herirme a mi misma, si no iba a ser capaz de amar a la persona correcta tal vez no debía amar, si tan solo iba a buscar que me lastimaran, lo mejor era dejar de buscar.
Sentía un vacío gigante en el pecho, como si mi alma se hubiera escapado de mi cuerpo, como si viera todo desde otro lugar, sentía que no encajaba, en lo único que pensaba era en alejarme, desaparecer del mundo.
Pensé mil veces en lo decepcionada que estaría la pequeña niña que creía en los cuentos de hadas y en los príncipes azules, era una lástima que esa niña hubiera crecido solo para darse cuenta que en el mundo nada es lo que parece y que el amor verdadero solo era una mentira que le vendían a los niños para que no supieran lo que podían llegar a sufrir en la vida real. .