Protagonizada por Anthony Mackie como Sam Wilson, el nuevo Capitán América, y con Harrison Ford en un papel destacado, la cinta promete abordar temas profundos relacionados con el legado del escudo y las tensiones post-Thanos. Sin embargo, este proyecto refleja la creciente tendencia en Marvel de realizar ajustes significativos en etapas avanzadas de producción, una estrategia que ha dado resultados dispares. Mientras éxitos como Doctor Strange in the Multiverse of Madness salieron airosos, fracasos como Ant-Man and the Wasp: Quantumania revelaron los riesgos de depender de cambios de último momento. Con su estreno a pocas semanas, el equipo creativo enfrenta el desafío de enderezar el rumbo de una producción que parecía prometedora pero que no termina de convencer.

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