Alguna vez han sentido que avanzamos contra la corriente, remamos, remamos para poder salir de ese abismo o acontecimiento que estamos pasando; pero la otra persona que está a nuestro lado no hace ni el mínimo esfuerzo por ayudar.
En esos momentos nos preguntamos, ¿vale la pena seguir remando? O es mejor dejar de remar y dejar el bote a la deriva ? .