Todo empezó una tarde, fue la primera vez que me sentía tan nervioso pero a la vez tan feliz. Los nervios desbordaban dentro de todo mí ser, mis huesos temblaban a tal punto que parecía que me estaba padeciendo un ataque de hipotermia.

Sé que aparenté manejar la situación aquella vez, pero créeme que lo único que logró que no me desmayara fue en el instante en que te vi por primera vez, esa cara tan tierna y esos brillantes ojos que me hicieron sentir y me decían, vamos, no tengas miedo, que yo te guiaré.

Me quedé callado por varios minutos, pues no sabía cómo empezar, había preparado todo un gran discurso antes que aparecieras y sonaba tan elegante y seductor dentro de mi cabeza, pero en el momento que estuvimos frente a frente, lo único que lograba hacer era no dejar de pensar en que la siguiente palabra que saliera de mi boca lograra culminar tan precioso momento.

Nuestra primera caminata, cómo olvidarla, aquellos pasos en los cuales no dejaba de sentir como si desvaneciera por los nervios .Todo ello se suma a mi poca capacidad de poder hacer una conversación, pues realmente no sabía cómo poder captar tu atención cuando tú ya habías captado la mía por completo.

Sé que tal vez sea un poco ridículo que no pueda expresarme en palabras, y que mis escrituras son las única forma en la que logro el poder liberarme de estos sentimientos, pues lo que un día comenzó de maravilla, tal vez un día se torne como una taza amarga de café pasado, pero con el gusto adecuado para querer seguir probando un poco más de él.

Cómo olvidar la primera noche en la que dormimos juntos y tus brazos rodeaban mi cuerpo como una camisa de fuerzas que trata de apaciguar y controlar la locura de mis sentimientos que trataban de desbordar.

Cada día que pasé a tu lado se fue tornando en llenos de vida, en donde necesitaba tan solo una gota y me diste mucho más que ello.

El poder compartir conmigo aquellas experiencias únicas que solo se comparten con personas especiales. Y te agradezco mucho el haberme hecho sentir especial y espero el haber logrado lo mismo en ti.

Sé que soy una persona que duda mucho de sí misma y no fue culpa tuya, sino propia, por no reconocer en mi que podría dar más y hacer que todo ello funcionara.

Hay muchas otras cosas que me hubiese gustado contarte y el poder seguir escribiendo sobre esta historia. Mi vida ha pasado por muchas cosas, pero agradezco a la misma que te haya puesto en mi camino, pues podría decir que eres la coincidencia más hermosa que ha pasado, y que a pesar de no poder lograr nada en estos momentos contigo, sólo quiero que sepas que me hizo creer en el amor a primera vista. Y podría decir que en ese corto tiempo que pasamos juntos antes de tu viaje fue lo suficiente para que puedas entrar a mi corazón.

Cada día que estaba lejos no dejaba de imaginar cómo te iba a recibir o qué era lo que podría hacer para poder darte una bienvenida inolvidable y poder demostrar toda la entrega que estaba dispuesto a dar. Mas lo único que logré fue agobiarte con mis inseguridades y estupideces y no ponerme en tu lugar y poder comprender por todo lo que estabas pasando.

Fui un estúpido y el día en el que se decidió que todo ello acabaría créeme que mi corazón se sentía vacío y no podía comprender aquel sentimiento que me estaba invadiendo. Pasé por todo este tiempo para poder darme cuenta de todo de lo que fuiste capaz de lograr, y que ciegamente traté de ocultar tratando de ser duro conmigo mismo. Y no puedo negar que me gustaría volver a intentar todo, pero sé que tienes cosas más importantes y que ya realmente yo no sé si podría encajar en todo ello. Sé que me dices que solo se base en amistad ahora, pero también comprendo que lo dices para no herir mis sentimientos.

No sé qué más decir en estos momentos porque sé que lo que diga no te traerá de regreso y no traerá de regreso aquellos momentos, solo desearte que te vaya muy bien y que si la vida nor haría coincidir, lo pensaría realmente...