Los ojos son el reflejo de nuestra alma, estos reflejan los más oscuros y secretos sentimientos que en palabras nos son difíciles de expresar.
Una sola mirada basta para dejar al descubierto nuestro ser, lo que nos deja vulnerables hacia los demás. Los ojos no mienten, son la ventana a nuestro "yo" más frágil pues una mirada no se puede ocultar ni disfrazar, está es irremplazable.
Las miradas son más fuertes que cualquier palabra, puesto que son más evidentes y discretas que cualquier otra muestra de cariño.
Un "te extraño" se puede callar, Pero la mirada deseosa al otro es notoria .Un "te amo" se puede ocultar, pero el brillo en los ojos no se opacará. Un "adiós" se puede reservar, sin embargo las lágrimas brotarán hasta tus mejillas y te empaparán.
Por esta razón se debe ser más cuidadoso al momento de regalarle la mirada a cualquiera pues aunque no lo creamos, nos está robando una pizca de nuestra esencia.