Hoy recordé cómo comenzamos tú y yo, recordé esa sensación que tuve ese día que nos conocimos, lo nerviosa que estaba por saludarte o darte un abrazo, y aunque después me dijiste que te sentías igual, lo disimulabas tan bien... te veías siempre tan sensato, tan tranquilo, tan tú, que poco a poco me dejé llevar, empecé a sentir, empecé a confiar y sin darme cuenta me enamoré perdidamente de ti.. .
de alguien tan opuesto, pero tan real, tan confiable que me transformaste, me enseñaste a ver el mundo con tus ojos y a confiar en el corazón y en la razón.
Hoy leo cada una de las conversaciones que tuvimos cuando nos estábamos conociendo y no paro de llorar, me genera tanta nostalgia y alegría pensar que la casualidad tal vez no exista, que tal vez todo en la vida está escrito en el destino, que tal vez...