Aquí y allá todo sigue igual

Y yo me agarro fuerte de la cuerda floja, floto en espacios cerrados 

Y figuro palabras, matices de colores que se diluyen. 

No hay más que blanco negro e infinidad de grises.

Saturadas presencias ocultas bajo un gran abrigo de seda. 

Estupideces vanas y reproches amargos que surcan mi cerebro cada vez que la tristeza me habla de su recuerdo

El ardiente sabor en la boca. 

Mis manos que esperan un roce fugaz de esas que una vez las sostuvieron en aquella noche helada. 

¿Que se hace ahora? 

Ahora que la lluvia sucumbió al llanto. 

Ahora que en silencio cayeron estas palabras 

Ahora que su nombre es un eco retumbando en el vacío profundo.