200 g de gambas peladas y picadas 1 cebolla mediana, finamente picada 50 g de mantequilla 50 g de harina de trigo 500 ml de leche entera, caliente 1 diente de ajo, finamente picado 1 ramita de perejil, finamente picada Sal y pimienta al gusto Nuez moscada al gusto 2 huevos, batidos Pan rallado Aceite de girasol (para freír)
☆ Preparación: 1️⃣ Preparación de la masa:
Derrite la mantequilla en una sartén grande a fuego medio. Añade la cebolla y el ajo picados, y sofríe hasta que estén tiernos y translúcidos. Incorpora las gambas picadas y cocina hasta que estén rosadas .
Añade el perejil picado y mezcla bien. Agrega la harina y cocina durante 2-3 minutos, removiendo constantemente para eliminar el sabor a crudo. Poco a poco, vierte la leche caliente mientras remueves para evitar grumos. Cocina a fuego medio hasta que espese, obteniendo una consistencia tipo bechamel. Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Cocina un par de minutos más, removiendo, hasta que la masa se despegue de las paredes de la sartén. Vierte la masa en una bandeja, deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera durante 2 horas o hasta que esté firme.
2️⃣ Formación de las croquetas:
Con la masa fría, forma croquetas del tamaño deseado. Pasa cada croqueta por huevo batido y luego por pan rallado, asegurándote de cubrirlas completamente.
3️⃣ Freír las croquetas:
Calienta abundante aceite de girasol en una sartén a fuego medio-alto. Fríe las croquetas en tandas pequeñas hasta que estén doradas y crujientes. Retira del aceite y coloca sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
4️⃣ Presentación:
Sirve calientes, decoradas con perejil picado y acompañadas de una salsa como alioli o una ligera de yogur con limón.