A veces te encuentras con alguien que te hace sentir que todo está bien, que por fin has encontrado a esa persona con la que puedes ser tú misma, sin miedo a ser juzgada. Te habla de una manera que te hace sentir única, como si todo lo demás desapareciera cuando estás con él .Te hace reír, te entiende en un nivel que nadie más podría, y parece que todo lo que compartes es especial.

Pero entonces, de repente, esa conexión se desvanece. Ya no responde como antes, ya no te busca. El espacio que antes sentías lleno de comprensión y cariño, ahora se siente vacío. No sabes exactamente qué pasó, y no sabes cómo manejar ese silencio. ¿Acaso era todo una ilusión? ¿O de verdad había algo real entre ustedes que se rompió sin previo aviso?

Es raro, porque a veces te preguntas si fuiste tú la que hizo algo mal, si te entregaste demasiado rápido, o si simplemente era una de esas historias que empiezan intensas y terminan abruptamente. Y lo peor de todo es que no hay respuestas. Te quedas atrapada entre la tristeza y la confusión,preguntándote si fue solo una ilusión, algo que te hiciste creer para poder sentirte especial, pero que en realidad nunca fue real.

 En el fondo, sabes que todo lo que viviste te enseñó algo importante: que eres suficiente tal y como eres, con o sin esa conexión. Y aunque desaparezca de tu vida, la lección que te deja es que mereces lo mejor, y que tu corazón, aunque herido, sigue siendo capaz de amar, de soñar, de seguir adelante. Y eso, al final, es lo que te hace más fuerte.