Lo siento, pero sigo sin querer aceptar una vida sin ilusión. Quiero aprender a volar, a soñar, a ir más allá de lo que nunca me dejaron imaginar .
Y lo siento, pero no lo voy a aceptar. Dejad ya de intentar ponerme los pies en la tierra y de esconderme la felicidad dentro de esa cajita recubierta de inseguridades y silencios, cerrada con un candado que lleva escrita la palabra monotonía. Y no, no quiero seguir vuestro camino, no quiero aprender a vivir con una constante cara de asco, agonía y enfado, apender a rendirme sin más. Y puede que tengais razón, puede que sea verdad que no se lo que quiero, no se adónde ir, no se por dónde empezar, es verdad. Pero, quereis otra verdad? No encontraré todo eso en vuestros argumentos, ni tampoco siguiendo los pasos de nadie, porque esos ya están recorridos. Necesito mis pasos, mi vida, mi luz, mis errores, mis logros, mis ideas, mis metas; no las vuestras, esas són vuestras, a mi no me hacen feliz.
Hay una cosa que se que quiero encontrar: LA FELICIDAD