Cristina se enamoró de Rafael, cautivada por su espontaneidad y su forma de ver la vida. Rafael, a su vez, se sintió atraído por la dulzura y la sensibilidad de Cristina .Juntos exploraron la ciudad, compartieron secretos y risas, y se prometieron un amor eterno bajo el testigo silencioso de la luna.
Pero con el tiempo, Rafael cambió. Comenzó a alejarse, sus palabras de amor se convirtieron en susurros distantes, y sus promesas en recuerdos borrosos. Cristina descubrió que Rafael le había sido infiel, no una, sino varias veces. Su corazón, que una vez latía al ritmo de su amor, ahora se ahogaba en un mar de tristeza y decepción.Cristina intentó hablar con Rafael, buscando respuestas, buscando una razón para perdonar y olvidar. Pero Rafael, encerrado en su propio mundo, no mostraba remordimiento ni intención de cambiar. Cada intento de reconciliación terminaba en lágrimas y palabras huecas..