Y entonces un día solo desperté con el alma rota, sabía que tenía que levantarme y hacer lo que diariamente hacía. Aquella vez solo no quise hacerlo, deseaba mucho quedarme recostada sobre mi cálido colchón cubierta con aquella manta azul, mía, desde hace algunos años atrás, deseaba solo quedarme ahí, cerrar los ojos y que mi mente quedara en blanco, que no haya necesidad de pensar en el trabajo, ni en la familia, ni en los amigos, ni en el futuro, ni en el amor, ni en la tristeza, ni en nada .No quería estar ahí en el mismo lugar, en el que he vivido todos mis años pero tampoco quería ir a un nuevo lugar, crear nuevas expectativas, conocer nuevas personas y eso que se hace cuando eres nueva en algo, porque sabía que pasaría de nuevo y la verdad estaba muy cansada para repetir una vez mas la misma historia, ya no quería, ya no podría: aguantarlo, levantarme, superarlo e intentarlo una vez mas, simplemente ya no podría, estaba cansada de incluso respirar, sin embargo no podía no hacerlo, tenia que levantarme y seguir. Me pregunto a dónde debera ír?, cuál sería la solución?, en qué debería cambiar para poder ser libre de todos mis tontos complejos? La alarma volvió a sonar una vez más, el reloj marcaba mi atraso un día más, entonces solo tuve la una opción: continuar.