Convirtiendome en Jane - Capítulo 18
30 Abr, 2018
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Sofía

Se podría decir que la vida siguió siendo maravillosa para mi hermana, bueno en la medida de lo posible, se graduó y siguió viviendo con su novio (lo que es algo cursi para mi teniendo en cuenta que es y fue su primer y único novio) y comenzó a ejercer como doctora, eso sí, su mente y su corazón sabían que debía buscar la manera para poder ayudar a las mujeres del mundo a darse cuenta que no están solas y que el maltrato no esta bien, que la igualdad es lo que necesita la sociedad.

Durante varios años (yo ya estaba en la universidad), Jane se dedicó a trabajar en urgencias para ayudar a los más necesitados mientras Sebastián daba clases en una universidad cerca a la casa de ellos, aunque él le insistió muchas veces que fuera a trabajar junto a él en la universidad, mi hermana le decía que ella necesitaba ayudar a las personas en tiempo real, pero la verdad era que cada que encontraba una mujer con la sintomatología de haber sido abusada física o sexualmente, las ayudaba llamando a la policía y dándoles el numero de la misma abogada que nos ayudo a nosotras, y aunque Sebastián sabía la verdad, la dejo seguir con su secreto, eso la hacía feliz.

Jane duro tres años en ese trabajo hasta que recogió el dinero necesario para crear una fundación en las que pudo comenzar a ayudar más mujeres, y lo hizo en ayuda de nuestra abogada, la idea era una fundación en las que las mujeres pudieran acudir cuando estuviesen siendo acosadas, se comunicarían con ella y de forma sutil comenzarían un proceso para ayudar a las mujeres hasta el punto de convencerlas de hacer la denuncia según el caso, en muchas ocasiones eran las mismas parejas las que abusaban y golpeaban a las chicas, por eso Jane poco a poco hacía que se dieran cuenta del daño y de un momento a otro sin que el hombre se dieran cuenta, las ayudaba a huir y les daba un hogar temporal mientras se hacía el denuncio. Después de que Sebastián se enteró de como Jane había trabajado todo ese tiempo solo para poder realizar su sueño de construir una fundación para la mujer, él le dio todos los ahorros que tenía tan sólo para que pudiera terminar su proyecto, con la única condición de que empezaría a trabajar junto a él en la universidad.

El plan de Sebastián era sencillo, conocía la afinidad de Jane por ayudar, así que hablo en la universidad para crear la cátedra de identificación y ayuda en casos de violencia, sobre como proceder en casos de que una persona independiente del género sea víctima de violencia, Jane al enterarse le dieron ganas de casarse con él inmediatamente, era el hombre de sus sueños y lo único que él quería era ayudarla a cumplir sus sueños, además que la paga en la universidad era mejor por menos trabajo.

La verdad no se mucho de mi hermana después de eso, yo ya estaba en la universidad y me aleje bastante, hablábamos una o dos veces a la semana, eso sí siempre seguí sus pasos y sus enseñanzas, su ejemplo fue mi guía para saber cuanto valgo y como debo ser tratada, y que no merezco que me traten sin respeto .
Mi camino se fue por el lado de las leyes ¿un poco predecible no? Pero es lo que me hace feliz, y mi sueño era poder ayudar a mi hermana en su fundación, lo habíamos hablado muchas veces y ella me dijo que la demora era mi graduación, sin embargo en las vacaciones siempre me dejaba trabajar allá y la doctora me dejaba que la asesorará, así en mi hoja de vida ya tenía yo el peso de haber sido asistente de una abogada y haber trabajado como voluntaria en una fundación; la vida iba como viento en popa para nosotras.

Sin embargo no todo es bello, una noche recibí una llamada, era mamá, la abuela acababa de fallecer. Colgué el teléfono de inmediato y llame a mi hermana, contesto Sebastián y me dijo:

- Ella ya sabe, vamos para la casa Sofí ¿pasamos por ti? - dijo Sebastián con una voz temblorosa.
- Mhhmm - le dije entre lágrimas, incapaz de producir palabra sin romper en llanto
- Estaremos allá en veinte

Mi hermana y yo estábamos destrozadas mientras íbamos en el auto con camino a casa, no estábamos muy lejos así que rápidamente llegamos a casa para ver a papá y a mamá llorando en la sala mientras varias personas revisaban a la abuela en la habitación. Al parecer sólo se quedo dormida y tuvo una muerte natural, al menos no sufrió y está ahora con una de mis tías, pero eso me hizo recordar que mi otra tía no sabía nada y alguien debía avisarle.

Busque a Jane, le pregunté si ella tenía el numero de mi tía y le dije que alguien tenía que llamarla y avisarle, ella también merecía saber que su madre falleció. Jane la dijo a mamá al oído y ella le pasó un numero en un papel, y luego Jane me lo dio a mi, dijo que yo era la que debía llamarla, ella tenía predilección por mi.

- ¿hola? - contestó una voz al otro lado del teléfono
- Hola tía, soy Sofí . dije intentando sonar lo más feliz posible
- ¿Sofí? Dios mio, ¿cómo estás princesa? ¿cuanto tiempo ha pasado? ¿dos tres años?
- Cuatro de hecho...
- Espera, ¿me estas llamando por que estas en problemas? ¿estas aquí en la ciudad? ¿tus papás saben donde estas?
- Calma, calma, estoy bien tía lo juro. Pero no es por eso que te llamo. La abuela acaba de fallecer, creí que debías saberlo.

Escuche como el teléfono se caía de sus manos y comenzó a llorar sin consuelo, mi corazón se rompió en dos al escucharla gritar de dolor. Le dije que me llamará o escribiera a ese numero, que era el mio, por si quería venir o asistir al menos la funeral, aquí estaba toda su familia y podíamos ayudarla. Ella sólo dijo que me escribiría luego, necesitaba procesar todo y después se comunicaría, luego sólo colgó.
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Phanie432 810 puntos 1 May, 2018 Phanie432 810 puntos
Oh, la abuela...
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1 May, 2018
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