He llegado a conocer a la flor de la alegría, el amor, la muerte y la esperanza, y tal vez puede ser en ese mismo orden.

La flor de la alegría aparecía en cada sublime sonrisa tuya que con tu traslúcida mirada formaba la cálida faz del verano que se asoma en cada amanecer. Era una sensación perfecta porque podía ver en tu rostro lleno de emociones tal vez trilladas como estas palabras, absolutamente sinceras.

Cada tierno beso era como sentir el rozar del suave pétalo que a su vez llenada de energías mis mañanas y mis noches en donde parecían perderse cual corola cayendo en un estanque, simulando las ondas desencadenantes llenas de sensualidad y de sentimientos sutiles que nos lleva a conectarnos.

La flor de la alegría, esta que brota cual cálida y enérgica mañana de verano.

La flor del amor, cómo olvidar a la tierna y colorida flor del amor.

Tal vez existan muchas flores como la de aquella planta de Tsubaki que no posee aroma alguno, pero que con tan solo su presencia no demuestra lo puro que puede volverse un sentimiento.

Podría confundir a la flor del amor con la primavera en donde escuchar tu voz pueda resonar en el cántico de las avecillas, tan llenos de paz, tan llenos y rebosantes de amor.

La flor del amor, en donde una abeja busca el néctar dulce de tus labios, y en donde tu mirada pueda bastara para quedar totalmente satisfecho de felicidad.

Oh! tierna y frágil flor del amor...

La flor de la muerte y la que puede desencadenar arrebatos de felicidad y dejar desolada un alma entusiasmada.

Cada flor podría asemejarse a una estación y esta podría ser la del otoño en donde las flores marchitan y los vientos fuertes arrastran consigo las secas e insípidas frases que al final empezamos a intercambiar.

Este otoño parece interminable, arrastró los delicados pétalos y lábiles hojas que una vez adornaban el alma, dejándola totalmente desprotegida.

¿Qué haríamos sin la flor de muerte?, pues a pesar que ésta aparente un holocausto nos prepara para la mejor de todas...


.. .La flor de la esperanza tan fría como el invierno, pero a la vez tan cálida como el verano.

Tal vez parezca no tener fin, pero es esta misma la que nos ayuda a encontrarnos y salvarnos.

Puede parecer lejana, o tal vez podríamos ser ella misma sin darnos cuenta, dependerá de los ojos con los cuales la queramos descubrir, tal vez solo tal vez...

Esta flor puede ser nuestra eterna salvación, solo no dejemos que las demás flores la opaquen, ya que esta astuta planta es capaz de mezclarse entre las demás, podríamos percibirla, como de lo contrario no podríamos lograrlo.

Percibir su aroma sin dejar que las demás nos confundan o quizás sentir sus lisos pétalos que se incorporan en el conjunto de sentimientos que mueven nuestro espíritu aventurero que siempre anda en busca de más, deja que tus sentidos sean aquellos que te orienten y te muestren el camino hacia esta flor.

Y aunque no sepas de qué te estoy hablando, necesito, que entiendas algo, que , al igual que esta flor se esconde entre las demás, soy yo quien está a la espera que lo descubras, arriésgate! y percibe mi aroma..., o siente las flores y hojas que caen de este árbol y que son arrastradas por el viento hacia ti, tratando de hacerse notar....