Es muy importante que no te guardes todo lo que estés sintiendo. El hablarlo con otras personas y compartirlo te puede dar perspectiva sobre la situación, puedes obtener consejos o palabras de ánimo .En resumen, te puede ayudar a salir de tu cabeza un momento. 

ESCRIBE

Cuando terminamos una relación a veces tenemos mucho en nuestra mente. Si es que no sabes con quién hablar o no te es muy fácil compartirlo, escribir puede ser una gran herramienta. Puede ser de mucha ayuda escribir sobre aquello no tan positivo de la relación, recuerda, solo tú lo leerás. 

Algunas ideas sobre lo que puedes escribir son: qué no te gustaba de la relación, qué no te gustaba de la persona, por qué sus vidas no eran tan compatibles, cuál era un problema que no lograban solucionar o con qué tipo de persona realmente te gustaría estar. 

Ver estas incompatibilidades te puede ayudar a tener perspectiva sobre la relación, lo que te permite dejar ir y entender que hay personas que son mejores para ti. Además, tus pensamientos quedarán registrados de manera permanente, por lo que siempre podrás volver a leerlos para sentirte mejor.

ACEPTA LAS EMOCIONES QUE SURJAN

Después de una ruptura es probable que vengan distintas emociones. Estas pueden ir desde la tristeza, ira, confusión, resentimiento, celos, arrepentimiento y más. Es necesario que sientas estas emociones y no las evites, ya que solo atravesando el dolor podemos superarlo. 

Es muy común sentir que el dolor va a durar para siempre, pero te queremos recordar que no es así. Trata de contactar esa tristeza, botarla cuando lo necesites y con la intensidad que venga; con el tiempo irá disminuyendo.