Estaba sentada deleitándome con el hermoso contenido de un libro cuando de repente levante la vista y te vi ahí... sentado al otro lado de la calle, inmediatamente mi mente empezó a involucrarte en un sin número de fantasías .
Riéndonos de cosas sin sentido; hablar hasta que nuestras lenguas pidan auxilio, pensar cada milésima de segundo cómo sería besarnos hasta que nuestros pulmones pidan aire.
Pero a un chasquido de dedos me di cuenta que ni a una taza de café podríamos estar a escasos centímetros diciéndonos media palabra...