Lo siento. No tienes idea de cuanto siento no haber estado para ti cuando a gritos pedías mi ayuda .Lamento haberte juzgado por hacer algo que estás haciendo para poder sobrevivir a este mundo de mierda que te ha tocado vivir, pero sobre todo, siento no poder sacarte de él.
Todas esas veces que me contabas de tus problemas, yo pensaba que exagerabas, estaba tratando de convencerme de que ese tipo de cosas no eran posibles porque tenía miedo de que así fueran. Lo siento en serio.
Cada día me convenzo más de que eres la persona más fuerte que conozco. Todo en ti parece indicar que tu vida es buena; siempre estás alegre y estás para todos cuando te necesitan, pero en realidad no todo es tan bueno como nos lo quieres hacer creer. Tu vida es una mierda, y lamento la expresión pero es que lo es, aunque tu siempre le quieres ver lo positivo, y eso es la cosa más madura e inteligente que he visto.
Voy a hablar claro porque andar con rodeos no es lo mío precisamente.
Quiero decirte que ahora lo entiendo. Ahora entiendo porqué no querías que estuvieramos juntas en un inicio, ahora entiendo porqué me dijiste que no eras buena influencia para mi y porqué trataste de alejarme de tu mundo. Pero quiero decirte también que no lo haré y menos ahora que comprendo todo. Entiendo tu comportamiento, tus acciones evasivas e incluso entiendo por qué haces lo que haces aunque sigo sin estar de acuerdo. Yo jamás en la vida voy a aceptar que te sigas dañando el cuerpo de esa forma, ni siquiera si te ayuda a olvidar todo como dices tú. Para eso hay otras formas, yo lo sé. Tal vez no las conozca en este momento, pero las buscaré. No, mejor aún; las buscaremos juntas.