Estar con él era un infierno, un infierno que en verdad quemaba muy bien, un infierno disfrazado de paraíso, era algo surrealista sabía que estando en esos precisos momentos a su lado podíamos tener TODO pero de igual manera sabía con certeza que al siguiente instante podíamos tener NADA.
Su familia trataba negocios no bien vistos por la sociedad, yo lo acepte con todo y sus demonios con todo y su presente la verdad es que estaba clavadísima con él y el conmigo por igual, decía que nos casaríamos y al platicar de nuestra vida futura recuerdo perfectamente el singular brillo en sus ojos.
Había pasado todo con él… le encantaba bailar y siempre que íbamos a eventos me desafiaba con la mirada, si alguien me invitaba a bailar yo accedía solo para molestarlo. Él se encaprichaba y me miraba desde una esquina recuerdo muy bien cómo se levantaba del asiento, cuando quedaba frente a mí, quitaba al tipo con el que me encontraba me agarraba de la mano y me alejaba de la gala con él .
Sacaba un cigarrillo lo prendía y me lo daba… sacaba otro lo encendía, me obsequiaba un largo beso y sus palabras eran “Como me fascina verte bailar, oh dios! Cuanto te amo mi pecosa”

Sin decir una palabra al unísono nos sentábamos en la banqueta, en el césped, en el piso a la luz de la luna, o donde quiera que nos encontrábamos, en la obscuridad de la noche fumábamos nuestros cigarros.
Era raro y fascinante estar en ese inmenso silencio y sentir todo eso, sentir que no podía encontrar la manera de explicar lo que él me hacía sentir, sentir cómo lo amaba. Me ponía tan nerviosa que solamente oía cómo mi corazón palpitaba y se llenaba de felicidad al saber que era Él, al saber que estábamos juntos. Sin decir nada, simplemente sintiendo el momento y al voltear a mirarlo veía su aura, y al momento me confirmaba que él me amaba de esa manera tan “Especial”, tan delicadamente, tan Suya.
De saber que su amor era totalmente sincero, de saber que en realidad nunca comprendería ni entendería la manera en que me amaba, de saber que su amor por mi era totalemente correspondido.

Y aquí estoy de nuevo en esta bohemia noche, llena de cigarrillos mirando las estrellas, acordándome de ti y pensando que quizá en alguna de ellas… TU ESTES!