Como sabia que ibas los sábados a aquel lugar, empecé a planear ir los domingos para intentar encontrar el aroma de tu rastro... Empecé a tomar café en las mañanas con la idea de encontrar el sabor de tus labios.. .
Comencé a percatarme más de lo habitual de los colores atardecer del día, quizá para encontrarnos juntos en un pensamiento...
Es una búsqueda insensata de encontrarte difuminado en las cosas que me recuerdan a ti porque en mi vida te diluiste sin forma de volver a armarte... Y me di cuenta que era estúpido, y seguí haciéndolo.