Y la llama su reina, dice valorarla, quererla, cuidarla y estar preocupado por ella. Pero tal es el amor que ni del cumpleaños se acordó .
Tal amor es ese que prefiere a sus amigas con las que tira en vez de ir a visitar a la que un dia le enseñó a caminar.
Porque claro, ella siempre estará cuando él quiera, lo que no tiene en cuenta es que los años no pasan en vano, y que ya no es la misma señora fuerte que un dia fue. Ya se achacó y perdió fuerzas esperando que llegue el día en el que el muchacho al que enseñó sus primeros pasos la valla a visitar. Y como es costumbre lleve su tris* de mercado.
Y él, él sólo espera el día en el que ya sea tarde para poder entender que tal vez vale más una viejita esperando a un ingrato que unas buenas nalgas con un corazón vacío; él sólo espera el día en el que ellas lo consuelen diciendo que no fue su culpa, que la Universidad, que su hogar, que todo lo tenía tan atareado que se olvidó de lo más importante. Siendo que no les interesa lo susecido ya que solo lo hacen por aparentar...
Imagínate un amor así, da más dolor de estómago que ansias de volver a amar.