Plumas, plumas y más plumas... Parece algo tan insignificante, como pequeñas partículas pueden formar algo tan hermoso y frágil a la la vez .Tan solo el hecho de pensar todo lo que habrá visto esta pequeña pluma, hace que se me congele el corazón. Y ahora os estaréis preguntando ¿Que dice esta loca? No tiene ningún sentido. Solo cerrar los ojos e imaginaros como algo tan puro e inocente como es esta pluma tan artística que proviene de una hermosa ave, cayó al suelo y fué cómplice de todas esas pequeñas cosas que pasan en este mundo tan grande. Corazones rotos a media noche, lágrimas perdidas en la nada, palabras mudas encasquilladas en una lengua que peca de cobarde, amenazas de muerte, acosos injustificados de seres que se quedaron atrapados en la primera etapa del homo sapiens y mil corazones vacíos que caminan sin ningún sentido. Y a poco a poco una pluma llena de luz y colores vivos se apaga lentamente de tristeza por la humanidad, por lo triste que es vivir en las calles. Entonces abro los ojos y pienso hacía dónde vamos, desde hace años se nos ha olvidado lo verdaderamente importante, nos han hipnotizado con la ambición de querer más dinero, más ropa, más propiedades y hemos dejado de vivir para nosotros. Hace mucho tiempo nuestros antepasados lucharon muy duro para dejar de ser réplicas de robots esclavos de una sociedad insaciable que nunca se conforma. ¿Y nosotros que hemos hecho al contrario de ellos?, amar a esta sociedad por encima de todas las cosas, aunque diéramos de lado a lo más importante a “estar vivos”. Estar vivo no es respirar y tener pulso, estar vivo significa muchas más cosas como; despertarte y ver a tu lado “esa persona” medio dormida, reír a carcajadas con las personas que te importan, emocionarte por las cosas que te apasionan, salir ahí fuera y patear medio mundo. En cambio ¿que es lo que hacemos? Estar cabreados con la persona que queremos porque nos irrita los ruidos que hace mientras duerme, estamos demasiado preocupados por el dinero, trabajo, los niños y si podremos comprarnos esos zapatos de Manolo Blahnik que tanto nos gustan, para poder reírnos como si no hubiera un mañana. Hemos renunciado a tener pasiones que nos ericen la piel, porque son una pérdida de tiempo que no dan dinero.

Y ahora yo exijo una explicación a esta sociedad aburrida de la vida, de que nos sirve estar vivos rodeados de lujo si nuestras almas están muertas. Yo me niego aceptar un mundo lleno de almas muertas, yo quiero reír, llorar, que me rompan en mil pedazos, morirme y resurgir como el ave fénix porque eso significaría que sigo VIVA.
Por eso mismo la pluma murió de pena y se desintegró en mil pedazos como las almas de los que la pisaban.