La infancia de Michael Jackson, a pesar de ser el comienzo de su brillante carrera, estuvo marcada por dificultades y sacrificios. Criado en Gary, Indiana, en una familia numerosa y humilde, Michael enfrentó una estricta crianza bajo la autoridad de su padre, Joseph Jackson.
Desde una edad temprana, Joseph exigió perfección, som3tiendo a Michael y a sus hermanos a intensos ensayos musicales y, en ocasiones, a castigos físicos y emocionales .
El joven Michael apenas tuvo una infancia típica; mientras otros niños jugaban y disfrutaban de su libertad, él pasaba largas horas ensayando o actuando en clubes y concursos con los Jackson 5.
Aunque su talento lo llevó rápidamente al estrellato, también lo privó de momentos esenciales de su niñez. Estas experiencias dejaron cicatrices emocionales que lo acompañaron durante toda su vida, influyendo en su personalidad y en la compleja relación que tuvo con su propia identidad.