Desde la acera del frente te observo, aunque no quiera hacerlo, pero es algo inevitable.
¿Y qué si cruzamos y nos encontramos en la mitad?
¿Y qué si por terremotos de la vida nos miramos una vez más?
¿Y qué si yo cruzo de andén hasta donde tú estás?
¿Y qué si me pongo mi vestido y salgo a tu encuentro?
¿Y qué si dejo estas piedras atrás y comienzo a cargar sueños? Nuestros sueños.
Deseo cruzar e ir a donde tú estás, pero tú misma no me lo permites, tú misma pusiste barreras, obstáculos; pero sabes, no me interesa si tengo que romper un espejo a puñetazos para llegar a ti, no me interesa si tengo que pelear con mil gatos; todo sea por llegar a ti .