Hey! Hola, tú.
Hace mucho que no te escribo algo así. Y la verdad es que hoy pensé mucho en ti y quise escribirte algo súper cursi y a lo mejor hasta ridículo .Pero ya sabes como soy, así que, supongo que no te sorprende mucho.
¿Recuerdas la vez que compramos botellas de agua para mojarnos entre nosotros dos? Jajaja, cuando yo le quería pegar a esa tipa que te rompió el corazón. Cuando hablábamos hasta altas horas de la madrugada y siempre reíamos sólo con nuestra propia compañía. Cuando sólo éramos nosotros dos y el resto del mundo no importaba. Cuando salía nuestro lado cursi y nos agradecíamos mutuamente el tenernos el uno al otro.
Ufff! ¿Recuerdas eso? Yo sí, me es imposible no hacerlo.
Pues cada vez que algo me deprimía o me hacía sentir enojo, recordaba cada tontería que viví contigo y… ¡Carajo! Como sonrío en los primero minutos. Y sí, en los primero porque después llega la melancolía de saber que todos esos buenos recuerdos se quedaron atrás.
Sé que aún hablamos, sé que llegamos a mantener conversaciones algo largas e igual son de estupideces porque sólo nosotros dos entendemos las tonterías que nos hacen reír.
Pero, ya no es lo mismo, ¿sabes?
Después de esa pelea que tuvimos en la que yo tuve la culpa, ya nada volvió a ser lo mismo. A pesar de que me disculpé, que lo sentí y que aún lo siento y me arrepiento, no me perdonaste del todo. Y esta bien, la verdad es que no te puedo obligar a hacerlo. No después de aceptarme de nuevo en tu vida, porque si estoy en ella, yo soy la persona más feliz de todo el maldito mundo.
Pero no te voy a mentir, me partió el alma cuando me dijiste que estabas mejor sin mí y que te diste cuenta de que no me necesitabas como pensabas. ¡Demonios! Eso me dio una puñalada en el pecho que en serio pensé que te había perdido para siempre.
Sé que hoy en día ya no lo haces, pero yo, al hablar de ti, sigo diciendo que eres mi mejor amigo y no me arrepiento se hacerlo.
La confianza que te tuve, jamás la tendré con nadie más. Y como te lo dije una y mil veces: “Nunca nadie podrá reemplazarte”. Jamás dejaría que eso pasara.
Te amo más que a nada. Me has demostrado más lealtad que todas las amistades que he tenido y en serio, no sabes como te agradezco eso. Bueno, más bien, te agradezco todo. Porque los mejores momentos que recuerdo, han sido contigo.
Y no me arrepiento de haberte confiado hasta mi vida. Pues eres la única persona a la que podría confiársela.
Y no importa cuantas veces me disculpe, pienso que por ti, lo podría hacer toda la vida.
Lamento lo que ocurrió. Sabes de lo que hablo.
Siempre estarás por encima de cualquier otra persona y perdón si en un principio no lo demostré pero te juro que perderte a ti me dolió más que perder a todos los amores que he tenido.
Prefiero perder a todo el mundo si tú te quedas a mi lado.
Me enseñaste tantas cosas, en verdad, tantas, que siento que todo te lo debo a ti.
Jamás olvidaré que tú fuiste la única persona que fue real y sincera conmigo. ¡Carajo! ¿Con qué palabras te digo que eras mi mundo? Estuviste cuando nadie más estuvo.
Me apoyaste cuando sentía que todo el mundo se me venía encima y no hiciste lo que otros; irte. Al contrario, cargaste ese mundo conmigo sin importar que tú igual resultarás herido.
Me apoyaste con la persona que me rompió el corazón. Fuiste la única persona que me dijo las cosas directamente sobre esa persona y no me importa que incluso hubieras tenido que ofenderme para que me diera cuenta del error que cometía. Sé que sin ti, no hubiese podido salir de tantas cosas.
Eras más que mi mano derecha. En verdad, casi tenías control de mi vida.
A lo mejor pensarás que ya pasó tanto tiempo desde eso, pero te juro, en verdad, que para mí sigue siendo igual de especial que el primer día.
No sé que hubiese sido de mí sin ti.
Me alegró de haberte conocido. De que te cruzaras en mi camino y que hasta la fecha, me perdones mis estupideces.
No sé que sería de mí si algún día me llegas a faltar.
Jajaja, jamás pensé que llegarías a dejar gran marca en mi vida. Que llegarías a ser tan importante al punto de que… veme, estoy dejando salir lo que siento sólo con pensar en ti.
Gracias, gracias por todo lo que me hiciste pasar, gracias por las lecciones que me sigues dando sin tener la intención de hacerlo y más que nada, gracias por dejar esa marquita en mi vida.


(L.E.E.S)